7 de octubre de 2013
      
      UN TRATADO COMERCIAL TRANSATLÁNTICO DESTRUIRÍA EMPLEO Y DERECHOS        SOCIALES Y PROFUNDIZARÍA LA CRISIS AMBIENTAL
      
      A pesar de la suspensión de la segunda ronda de          negociaciones del Tratado Trasatlántico de Comercio e          Inversiones (TTIP por sus siglas en inglés) entre Estados Unidos          y la Unión Europea que debía iniciarse hoy en Bruselas,          Ecologistas en Acción considera que es necesario “no bajar la          guardia ante la amenaza de este nuevo Tratado de Libre Comercio          que, sin ninguna duda, ahondará en los recortes sociales y          perpetuará la crisis ambiental”.
      
      Con objeto de divulgar las amenazas del tratado, la organización      ecologista ha presentado hoy el informe “A Brave New Transatlantic      Partnership” (Un Desafiante Nuevo Tratado Trasatlántico) en el que      se analizan los posibles impactos sociales y ambientales de      liberalizar –aun más- el comercio y las inversiones entre ambas      potencias. El informe, publicado por la red Seattle-to-Brussels -una      red de organizaciones europeas de la que forma parte Ecologistas en      Acción- refuta la tesis divulgada por la Comisión Europea de que el      tratado transatlántico derivará en la generación de empleo, y revela      las presiones de los principales grupos corporativos a ambos lados      del Atlántico para que las negociaciones eliminen derechos      laborales, sociales y ambientales.
      
      El informe “A Brave New Transatlantic Partnership” pone de      manifiesto como los propios estudios de la Comisión Europea prevén      la destrucción de empleo en varios sectores industriales      (electrónica, equipos de transporte, metalúrgica, papel, servicios a      las empresas o comunicación) y agrarios (ganadería, agrocombustibles      o azúcar). El argumento de creación de empleo y crecimiento en      momentos de crisis está siendo instrumentalizado para neutralizar      cualquier protesta en defensa de la sanidad, los derechos laborales      o el medio ambiente.
      
      El informe explica además cómo las negociaciones comerciales entre      EEUU y la UE pueden desembocar en la supresión de regulaciones      laborales, ambientales o de seguridad alimentaria y sanitaria, a la      vez que puede suponer una merma en los libertades digitales. El      tratado tendría la capacidad de suspender a una gran cantidad de      leyes medioambientales y sanitarias como las que regulan la entrada      de productos transgénicos y tóxicos o las que actualmente limitan la      fractura hidráulica en Europa, pudiendo invalidar –en el caso      ibérico- leyes locales o autonómicas de prohibición del fracking.
      
      El tratado puede a su vez poner en riesgo cualquier intento por      regular los mercados financieros, dado que la presión del sector      financiero se ha inmiscuido entre los bastidores de las      negociaciones para tratar de revertir algunas de las reformas      financieras de los últimos años, como las restricciones sobre el      valor total de las transacciones financieras.
      
      En último lugar, el informe incide en que el acuerdo transatlántico,      de incorporar un más que probable capítulo sobre protección de las      inversiones, podría abrir las puertas a demandas multimillonarias en      tribunales internacionales de arbitraje contra reglamentos      destinados a proteger el interés público cuando éstos puedan suponer      una “merma de los beneficios de los inversores extranjeros”.
      
      Ante el desafío a los derechos sociales, laborales y ambientales que      supone este acuerdo de libre comercio, varios sectores de la      sociedad civil europea -organizaciones de consumidores, grupos      ecologistas, sindicatos y diferentes asociaciones de ámbitos tan      dispares como los derechos humanos, la cultura libre o el comercio      justo- están empezando a movilizarse para confrontar lo que      consideran una vuelta de tuerca en el aumento del poder de las      grandes empresas.
      
      Tom Kucharz, portavoz de Ecologistas en Acción, explica así la      necesidad de movilización: “El tratado transatlántico podría ser más      que devastador en el momento actual, en que el poder económico y      financiero dictamina sin barreras el día a día de las políticas      públicas. No dudamos en que supondrá un aumento de la ola de      recortes y privatizaciones. Pese a la suspensión de las      negociaciones por el conflicto entre Obama y el Partido Republicano,      sabemos que éstas no tardarán en reanudarse, pues son una prioridad      de la agenda neoliberal de las elites a ambos lados del Atlántico.      Por ello estamos organizando una plataforma transatlántica con el      fin de descarrilar las negociaciones a la que invitamos a unirse a      todos sectores movilizados contra los recortes del Gobierno”.
      
      - El estudio completo se puede descargar en: http://www.ecologistasenaccion.org/article26646.html
      
      Más información: Tom Kucharz 912 50 37 45 Luis Rico 654 24 89        12    
 
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