Era el único macho de lince ibérico de la Reserva Biológica de Doñana, estaba radiomarcado con un collar y para su seguimiento tenía a un amplio equipo de especialistas a sueldo centrados exclusivamente en lograr su bienestar. Pero hay amores que matan, y a este pobre lince le han matado quienes lo protegían. Accidentalmente, por supuesto. Pero le han matado.
El lince pertenecía al plan Life-lince al que la Unión Europea aporta la cantidad de 26 millones de euros para el cuidado de estos maravillosos ejemplares. Y ahora la preguntas que nos hacemos desde Bioogler son: ¿Es posible que haya faltado dinero para darle de comer? ¿O por el contrario más de uno esta comiendo langostinos a costa de todos?
Con toda razón, Ecologistas en Acción califica de "escandalosa" esta muerte e informarán a la Unión Europea para que pidan explicaciones de lo ocurrido a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Esperemos que este desafortunado evento sirva de lección a los responsables.
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